Como el mar horizontal, como el viento cuando calla, como los planos infinitos que se viven en la estepa patagónica. Buscando reencontrarse con todo eso y con uno mismo, esta casa logra recostarse en el terreno como dormida. Esperando ser vivida sin prisa y con calma.

 

Los planos horizontales y las transparencias dialogan con el entorno y se funden. Siempre buscando un horizonte, de tierra o de agua.

Materiales nobles y duraderos, con tonos suaves y acotados buscan descansar los sentidos. La vegetación es oro en estas tierras. Nos reciben en la entrada celebrando con sombras, color y formas que contrastan con los planos llanos y puros que cobijan en calma

 

UBICACIÓN / Avenida Piedrabuena 180 - Rada Tilly

SUPERFICIE /  267m2

ARQ. ASOCIADO: Alejandro Robertson